«Mob Psycho 100» es el título de un webtoon japonés creado por One, autor de otro título posiblemente más conocido: One-Punch Man. Una de las cosas que más me gusta destacar de ambas obras es cómo el autor trata de deconstruir la idea del héroe clásico del shonen. Sin embargo, en esta entrada me gustaría de hablar de su personaje secundario más importante: Arataka Reigen.
Reigen y Mob
Reigen se nos presenta desde el inicio de la obra como el mentor y jefe del protagonista (Shigeo Kageyama, también conocido como «Mob»). A primera vista es un personaje carismático, charlatán e incluso mentiroso. Se dedica a «timar» a personas que acuden a él en busca de sus poderes psíquicos, poderes de los cuales Reigen carece por completo. En otras palabras, Reigen es una persona que tiene que sobrevivir en un mundo regido por los poderes psíquicos sin poseer ni un ápice de estos. Lo que si tiene Reigen son una serie de valores y principios morales que lo hacen destacar incluso por encima de los psíquicos más poderosos. El más importante de todos ellos, y el primero que le enseña a Mob en su primer encuentro es la amabilidad.

Mob, un estudiante de secundaria bastante introvertido y solitario, acude a Reigen porque piensa que es un psíquico como él. Él busca comprensión y alguien con quien compartir sus dudas e inquietudes en lo que se refiere a tener poderes psíquicos. A pesar de que Reigen dice estar ocupado y no creer a Mob en un principio, le hace pasar y le ofrece una taza de te. Una vez escuchadas las preocupaciones de Mob, Reigen comparte con este un consejo que lo cambiaría todo:
“Conviértete en una buena persona, eso es todo”
Arataka Reigen.
La amabilidad de Reigen
Para Reigen, la amabilidad es el verdadero diferenciador de los seres humanos. No importan aquellas cosas que nos hacen destacar entre la multitud, lo que de verdad importa cuando hablamos de seres humanos, es la amabilidad. Esta amabilidad es para Reigen la vara de medir en las relaciones entre humanos y su entorno.

Al final de la primera temporada del anime, unos villanos se enfrentan a Mob y este es salvado por Reigen. Al encararse con ellos, Reigen les pone frente a un espejo y les dice que no son más que adultos inmaduros que en vez de enfrentarse a sus problemas, han intentado huir de los mismos. Les dice que, no importa lo fuertes que sean sus poderes, siguen siendo unos humanos más entremezclados en la multitud. Que no son más ni menos que humanos comunes y que, por mucho que utilicen su fuerza y sus poderes, nunca serán reconocidos o aceptados a menos que ofrezcan algo de valor a la sociedad. Y ese valor no es más ni menos que la amabilidad.
Lo que nos hace únicos
Parece una idea simple pero es un aprendizaje que todos podemos aplicar a nuestra vida y a nuestro día a día. Los poderes psíquicos no son más que otro rasgo de algunas personas como lo es el ser más rápido, más fuerte o más inteligente. Tener superpoderes, ser inteligente, tener un buen físico o mucho dinero no nos coloca en una posición de poder con respecto a los demás.
Seguimos siendo parte de la masa, de la sociedad. Lo que queda una vez que nos quitamos lo que creemos que los demás valoran de nosotros, lo que pensamos que nos hace “únicos” y “diferentes”, esa es nuestra verdadera esencia. Centrarse sólo en esos rasgos especiales nos ciega y nos hace vivir en una realidad ajena y falsa. No somos especiales, o al menos, no más que el resto de los seres humanos.
Vivir buscando la aprobación social en base a unos rasgos que creemos superiores al resto es un error ya que, tan pronto como la sociedad puede darnos su aprobación, puede quitárnosla. ¿Y entonces? ¿Qué le queda a uno cuando no están los demás para darles la ovación que necesitan para sentirse especiales? ¿Qué piensas de ti mismo cuando estás en la cama a punto de dormir y nadie aplaude lo que estás haciendo? Es ahí donde encuentras tu esencia, donde descubres quién eres realmente. Es ese agradecimiento cuando ayudamos a los demás, cuando sentimos que nuestras acciones tienen un impacto positivo en los demás y en nosotros mismos cuando podemos sonreír antes de irnos a dormir.
Conclusión
Reigen es el claro ejemplo de cómo debe escribirse un buen personaje sin la necesidad de otorgarle poderes extraordinarios; de cómo una buena persona puede influir en los demás y hacerlos mejores; de cómo ayudar a los demás nos ayuda también a nosotros mismos; de cómo a pesar de que la vida nos vaya arrebatando ciertos rasgos que nos hacían resaltar por encima del resto, hay uno que nos pertenece hasta el final: la amabilidad para con los demás y para con uno mismo.
Esa amabilidad es lo que más necesitan los demás. Más allá del dinero, del poder, de la fuerza o de la influencia, lo que más impacto positivo va a generar a lo largo de nuestra vida es nuestra amabilidad y disposición para ayudar al resto de la sociedad.
Esto es algo que personajes como Reigen, All-Might (My Hero Academia) o Gon Freecs (Hunter X Hunter) ejemplifican tan bien y como otros como Homelander (The Boys) o Spider-man (Homecoming) ejemplifica la otra cara de la moneda. Estos otros ejemplos los desarrollaré más en profundidad en otras entradas pero quería terminar esta dejando la semilla de una de ellas.

Bonus: Peter Parker y el traje
En la película de «Spider-Man: Homecoming», Peter Parker ejemplifica muy bien la idea que llevo tratando en toda esta entrada. Tras cometer un grave error que pudo costarle la vida a varias personas, Tony Stark (su mentor) acude a hablar con Peter y le pide que le devuelva el traje de Spider-Man. Nada más oír la orden del señor Stark, Peter comienza a balbucear, a negar con la cabeza e incluso a suplicar por el traje. Peter le dice a Tony Stark: “No por favor, es todo lo que tengo. No soy nadie sin el traje”. A lo que Tony Stark responde:
Si no eres nada sin el traje, entonces no deberías tenerlo.
Tony Stark (Iron-Man).
¡Qué gran forma de sintetizar la temática que estamos desarrollando en esta entrada! Peter Parker había olvidado por completo quien esa y se había disociado en la identidad de Spider-Man hasta el punto de olvidar lo que le hacía especial: su amabilidad hacia los demás. El deseo puro y altruista de ayudar a los demás es el valor más importante de cualquier ser humano. Y un héroe, en el fondo no es más que eso: otro ser humano más.
Tony Stark quería que Peter descubriese que lo que hacía especial a Spider-Man era precisamente que quien había detrás de la máscara era Peter Parker y no al revés. Esconderse tras una máscara no iba a hacer la vida de Peter más sencilla, huir de la realidad no iba a ser a respuesta a sus problemas. Primero hay que ser Peter Parker y cuando sea necesario, Spider-Man.
El traje de Spider-Man representa todas esas cualidades temporales que poseemos y que creemos que son la parte más íntima y especial de nosotros mismos. Debemos quitarnos dicho traje para conocer nuestra verdadera esencia. Sólo así podremos ser felices y sentirnos valorados y aceptados por los demás.
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